La influencia de los árabes musulmanes en España

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Escrito por Wendy Díaz

En el año 711 el gran general musulmán, Tariq ibn Ziyad, acompañado por un ejército de 7.000 soldados, cruzó el estrecho desde el norte de África hacia España. Durante ese tiempo, el gobierno visigodo de España, dirigido por del Rey Rodrigo, estaba debilitado. Muchos españoles protestaban por la incompetencia de este reinado y sus protestas habían llegado a oídos de Musa ibn Nusayr, gobernador del norte de África. Los árabes encontraron la perfecta oportunidad para entrar a la península Ibérica. Cuando el ejército llegó a España, quemaron sus barcos, determinados a permanecer allí y extender el imperio musulmán. El estrecho que separa la península al norte de África, todavía lleva el nombre del general Tariq ibn Ziyad: Jabal-at-Tariq o Gibraltar, que significa “la montaña de Tariq.”

Después de derrotar al ejército visigodo, los musulmanes, luego llamados “los moros,” siguieron su conquista hasta Toledo y establecieron tratados con los españoles. La tierra dominada por los musulmanes fue llamada Al-Andalus, actualmente Andalucía. En 756, Abd-al-Rahman I se estableció como el Emir de Al Andalus y declaró los territorios españoles independientes de Bagdad, la entonces actual capital del Imperio Islámico. Luego ordenó la construcción de la Mezquita de Córdoba como símbolo del Islam y del poder. Durante los años que los musulmanes dominaron a España, la democracia pluralista fue practicada, donde gente de todas las religiones (cristianos, musulmanes, y judíos) vivieron juntos en paz y prosperidad. Los moros permanecieron en España por siete siglos, hasta 1492, cuando fueron expulsados a fuerza por los reyes católicos, Fernando de Aragón e Isabela de Castilla.

Aunque los fenicios, también de origen árabe, ya habían traído su influencia a España alrededor de 1000 a.C., la influencia de los nuevos habitantes fue más impresionante. Durante la presencia de los árabes musulmanes en España, surgió un periodo de enriquecimiento en el comercio, la arquitectura, arte, literatura, ciencia, y la matemática. En esos tiempos, la cuidad de Córdoba fue uno de los lugares mas reconocidos en Europa. Era una de las ciudades mas pobladas en el continente Europeo y el centro de las ciencias.

La España Islámica ofrecía el conocimiento mas avanzado que toda Europa. De Bagdad vinieron eruditos, filósofos, científicos,matemáticos, historiadores, y poetas, añadiendo al progreso español. Bajo el dominio Islámico, España se evolucionó en todos aspectos. Hasta hoy, los rastros que dejaron los conquistadores musulmanes se sienten tanto en España, como en toda Latinoamérica.

Contribuciones a las ciencias

Con la llegada de importantes figuras de Bagdad, prosperaron las ciencias, educación, y la medicina en Al-Andalus. En todo el territorio se efectuaron bibliotécas, hospitales, institutos de investigación, y centros para estudios Islámicos. Uno de los sabios que llegó a España desde Bagdad fue el maestro de música, Abbas ibn Firnas. Firnas, también científico, exploraba e intentaba aprender sobre el vuelo y construyó un famoso planetario con partes mecánicas. El primer astrónomo y matemático de Al-Andalus, fue Maslamah al-Majriti. Escribió muchísimos documentos sobre matemática y astrología. Otros científicos como Al-Zarqali, Ibn Abi 'Ubaydah de Valencia, y Al-Bitruji le aportaron grandes ideas a la astronomía y otros campos de estudio.

En la religión musulmana, llamada el Islam, la medicina es sumamente importante. Según el relato de Abu Hurayrah, un compañero del Profeta Muhammad, que la paz este con él, él dijo, “No hay enfermedad creada por Dios, excepto que Él también ha creado su remedio.” (Relatos sobre la vida del Profeta por Bukhari 7.582). Por estas razones, la medicina se destacaba en Al-Andalus. Un doctor de Andalucía, Ibn al-Nafis, descubrió la circulación pulmonaria. Abu al-Qasim al-Zahraui fue el cirujano más famoso de los Años Medios. Fue el autor del libro “Tasrif,” traducido aL Latin para uso como el texto medico más significativo en todas las universidades de Europa durante esos tiempos. Sus páginas contenían ilustraciones de instrumentos quirúrgicos, capítulos sobre amputaciones, cirugía dental, y el tratamiento de heridas y fracturas. Otra figura importante fue Ibn Rushd, quien también escribió libros sobre teoría médica. Ibn Sur, fue el primer doctor que describió abscesos pericardiales y el primero que recomendó traqueotomías cuando necesarias. Uno de los últimos médicos más famosos de Andalucía fue Ibn Al-Khatib quien escribió un libro sobre la teoría de la contaminación. Informó que la transmisión de enfermedades es afectada por el uso de objetos personales como la ropa, utensilios, y aretes.

Otros conceptos islámicos implementados en la medicina, fueron la ética y la higiene. La importancia de la práctica de la moral y gentileza de parte de doctores fue acentuada por escritores como Ibn Hazm. Él escribió que doctores tenían que ser amables, comprensivos, y capaces de recibir insultas y críticas. Además dijo que deberían llevar su pelo corto y las uñas cortas y vestirse con ropa limpia.

Una ciencia que recibió mayor contribución de los musulmanes en Al-Andalus fue la botánica. El botánico más famoso fue Ibn Al-Baytar, quien escribió un libro llamado “Drogas Simples y Comidas,” describiendo diferentes plantas usadas en la medicina, muchas de las que eran nativas a España. Ibn Al-Awwam no se quedo atrás con un libro nombrando una variedad de especies de plantas y explica como cultivarlas y usarlas. También habla sobre la producción del perfume.

En la geografía, científicos como Al-Idrisi, fabricaron mapas de España y sus alrededores. Al-Idrisi dibujo el primer mapa científico del mundo. Innovaciones técnicas en los molinos, la náutica, el tejido, y avances en la construcción también son debidas a eruditos musulmanes.

Contribuciones a la lingüística

No solamente las ciencias fueron impactadas por los árabes en España. La lengua española se evolucionó drásticamente. Desde el Siglo XIII hasta el Siglo XV, árabe fue el idioma oficial en la mayor parte de España. El ser bilingüe árabe-español era normal. En esos tiempos el árabe fue visto como un idioma prestigioso. Actualmente en la lengua castellana o el español hay más de 6.000 palabras de origen árabe. La expresión más famosa española “¡Ole!” viene de la palabra árabe “Wallah” que significa “por Dios.”

Terminología árabe fue adoptada para describir las varias cosas que los moros les introdujeron a los españoles. Por ejemplo, adargas, alforjas, jinete, y tambor fueron adoptadas por los españoles en el ejército. En la vida civil palabras como alcalde, aldea, y alguacil se empezaron a usar. Palabras de la casa como algodón, alfombra, arroz, aceituna, y almohada también tienen raíces árabes. La religión musulmana asimismo influyo en el uso de ciertas palabras. Una de ellas es “ojalá” derivada de “insha’Allah,” que significa “si Dios Quiere” o “que Dios permita.” Algunas ciudades en España mantuvieron sus nombres árabes. Por ejemplo: Granada, Andalucía, Medinas, Alcalas, y Córdoba. Guadalquivir, en árabe es Wadi al-Kabir que significa el gran río valle.

Durante el periodo de ocupación de los moros, en muchos lugares, ceremonias religiosas para cristianos eran en árabe. Asombrosamente, el español fue escrito por un periodo usando las letras árabes.

El articulo “al,” o “el” transliterado en español, viene de la lengua árabe. La palabra árabe para arroz se pronuncia “roz,” añadiéndole el articulo es “ar-roz.” Otras palabras que no empiezan con “a” o “al” pero son de origen árabe son jarra, taza, café, tarifa, y tarea. Una ironía es que la palabra usada para describir el gran “héroe” de la reconquista, el Cid, también es derivada del árabe, viniendo de “al sayyid.”

Influencia en la arquitectura, música, y comida

La influencia de los árabes en el arte española es la más sobresaliente. Bellas obras arquitecturales como el palacio Alhambra y el Generalife en Granada, la Mezquita de Córdoba, la Giralda y Alcázar en Sevilla, y la mezquita Santa María la Blanca existen en España y son lugares turísticos. Las mezquitas fueron construidas con muchos arcos de cerradura coloridos y diseños típicos de la arquitectura de Arabia. Hoy día se conservan los bellos jardines de los palacios de los emires. Son siempre verdes y con agua corriente, acentuando la importancia del agua y pureza en la religión musulmana. El arte árabe, se distingue de la arte de otras naciones por su énfasis en caligrafía. La religión Islam prohíbe la adoración de imágenes, consecuentemente, los árabes adornaban su arquitectura con versos Coránicos y decoración de caligrafía. Por ejemplo, los muros de la Alhambra, están repletos de decoración caligráfica y escrituras cursivas. Una de las frases que esta escrita repetidas veces en sus paredes es “Sólo Dios es Vencedor.”

La poesía y literatura en España tomó un nuevo rumbo tras la llegada de los musulmanes. La poesía estaba muy presente durante el imperio musulmán. Poesía adorna muchas estructuras como Alhambra y el Generalife. Algunos poetas de Al-Andalus eran Ibn al-Yayyab, Ibn al-Jatib, e Ibn Zamrak. Entre ellos Ibn Zamrak es considerado como el más brillante de los poetas de Granada. Lo siguiente son las primeras líneas de un poema grabado en la parte inferior de la fuente de los leones en Alhambra:

Bendito sea Aquél que otorgó al Imam Mohamed
las bellas ideas para engalanar sus mansiones.
Pues, ¿acaso no hay en este jardín maravillas
que Dios ha hecho incomparables en su hermosura,
y una escultura de perlas de transparente claridad,
cuyos bordes se decoran con orla de aljófar?

Obras literarias árabes que influyeron la música española fueron las jarchas, coplillas de temas románticos, casi siempre caracterizados por una mujer que le canta a su enamorado. El arte del flamenco, influenciadas por los árabes, nació en Al-Andalus. Esta influencia se puede escuchar en la armonía de la música. El cante del flamenco tiene orígenes en las canciones de partes del norte de África y en la recitación del Corán. También en el baile se nota el ritmo de la cultura árabe. Los movimientos semejan a los de danzas típicas norteafricanas y mediterráneas. Hasta las criticadas peleas de toros tienen orígenes árabes. En las plazas, moros montaban caballo y peleaban con toros y tenían concursos.

La comida en España también cambió tras la invasión de los moros. La caña de azúcar fue introducida por los árabes. ¡Así que todo dulce actualmente en España se debe a los moros! Ellos también trajeron almendras Hubo muchos libros escritos sobre gastronomía escritos por moro-españoles. Dos del Siglo XI o XIII fueron el anónimo “Kitab al-tabikh fi al-Maghrib wa’l-Andalus” y “Kitab fadalat al-khiwan,” escrito por Ibn Razin al-Tujibi. Los dos hablan sobre recetas de couscous, un plato distintivo de los árabes nómadas. El couscous fue consumido por los califas en Granada y otras partes de Andalucía. Por los moros, empezó el uso de ingredientes como zafrán, aceite de oliva, y sésamo en la comida. Otras comidas introducidas a España por los musulmanes fueron el arroz, los limones, las naranjas de Sevilla, las bananas, alcachofas, el melocotón, mazapán, higo, espinaca, y muchas otras más. La llegada de estos alimentos abrió oportunidades para el comercio en la península ibérica.

Otras contribuciones hechas por los árabes fueron en el marítimo, la moda, artesanía, y el comercio. Hasta hoy en España es inevitable ir a cualquier lugar y no ver la influencia de la cultura musulmana. En el nombre de las calles, la estructura de edificios, la belleza del arte, y hasta en la personalidad de los españoles se encuentran rastros de aquel imperio. A veces es difícil distinguir un árabe de alguien de origen española o latinoamericano. El parecido en el aspecto físico es sorprendente: ojos grandes, cejas y pelo abundante, labios carnosos, hombres altos, y mujeres de caderas anchas y cuerpos curvilíneos. Los españoles poseen la autoestima, fortaleza, romanticismo, y espiritualidad intensa típica de los árabes. Lamentable fueron las terribles Reconquista e Inquisición que expulsaron a la cultura que le trajo a España su esplendor. Después del partir de los moros, y aún descubriendo las Américas, España nunca pudo recuperar la grandeza que vivió durante el imperio musulmán.